Las líneas componen una estructura que se sustenta en el espacio y ocupa un lugar junto con los visitantes. Su forma proviene de la utilización de la técnica surrealista grafomanía entópica. Este método en su formato original, consiste en situar un papel blanco a trasluz y unir las impurezas del papel con líneas rectas o líneas curvas. A raíz de la sugerencia que forman esas líneas los creadores realizan diferentes ilustraciones.
En este caso, el uso de esta técnica se utiliza sobre un texto, concretamente en un fragmento del libro Arte y Espacio (1969) escrito por Heidegger, en el cual Chillida participa con varios grabados. Entre todas las páginas de libro se ha escogido la número 33, debido al discurso acerca de la materialización (del vacío). En vez de escoger las impurezas del papel, se opta por escoger los conceptos clave del texto, tal y como han sido impresos en la edición traducida por Jesús Adrián Escudero en el 2009 por la Editorial Herder SL (Barcelona).
De este modo, los conceptos escogidos han sido; “corporeizar”, “verdad”, “tomar”, “cuerpo”, “expanda” y “armonía”. Así, la figura que surge tras enlazar con líneas rectas un concepto con otro, se forma una figura geométrica abstracta. Esta figura, se toma como una vista frontal y después se reinterpreta bajo los ejes X, Y y Z. El proceso de adaptación tridimensional, se forma a través de la línea compuesta por el trazo de un láser rebotado en cinco espejos.