Como resultado , lo forma un signo en forma de “u” y otro signo en forma de “u invertida verticalmente”. El primero de ellos, funciona como punto y el segundo como línea, de modo que, si se juntan lateralmente se pueden formar las letras que componen todo el abecedario. Para su composición, estos signos se suman prolongadamente de izquierda a derecha. De este modo, el lenguaje es reconvertido en un nuevo alfabeto de signos visuales, donde se usa la luz como vehículo sin depender de un ritmo temporal para diferenciar las letras.