Light, water; ganzfeld

2019

Aquarium.

Donostia-San Sebastián.

Esta instalación, se basa en un efecto que surge a través de la privación perceptiva. El llamado efecto Ganzfeld, se realiza con la aplicación de un estímulo visual uniforme que abarca un campo mayor del que el sujeto puede apreciar. Es decir, los límites visuales son sobrepasados y además se queda sin referentes tridimensionales. Quedarse sin una zona concreta que sirva de referencia tridimensional, implica perder la noción del espacio.

Se crearon cuatro luminarias especiales para esta instalación. El cuerpo de la luminaria es prácticamente al mismo tiempo su dispersor y se agregaron una serie de tubos metálicos para introducir un gobo en su interior. 

Una máquina de humo habilita una neblina constante para dar cuerpo a estas proyecciones y crear así cuatro superficies luminosas que adquieren gran presencia física. La sala queda totalmente diáfana, sin ningún elemento que impida el paso. Perceptualmente el visitante puede apreciar diferentes volúmenes compuestos de luz que se posa y ocupan un lugar en espacio expositivo. Dependiendo de su posición en el lugar, puede ver una u otra capa de luz con mayor intensidad. De modo que, su movilidad por el espacio es esencial.

 

Estas proyecciones no tienen un principio y un final, ni están destinadas para ser visualizadas durante una fracción de tiempo concreta. Tampoco se determina una posición óptima para su visualización, ni existe una perspectiva que destaque frente al resto. Es el visitante quien debe realizar estas decisiones.

Así, la exploración del espacio queda derivada a la experiencia subjetiva de cada individuo. La forma en la que se habita en la sala expositiva, es decir, cómo se interactúa con los demás visitantes o qué gestualidad realiza frente a las superficies lumínicas, determina la construcción mental producida en su mente.

 

Todos los presentes están expuestos a los mismos estímulos visuales pero cada uno, con las decisiones que toma, formaliza una obra propia dentro de cada mente. Una vez que los visitantes crean una concepción concreta en su interior, es entonces cuando la obra queda completada. Así, se posibilita la existencia de diferentes obras, una por cada visitante, en convivencia simultáneamente.